Los cuatro grandes partidos políticos a exámen
Se acercan elecciones y los cuatro grandes políticos están en el punto de mira de todos los españoles. La televisión, la prensa y la radio hablan de sus propuestas y programas. ¿Pero qué dice de ellos su logotipo? ¿sus palabras? ¿sus gestos? Hoy en 2SPACIOS analizamos su puesta en escena y su estrategia electoral desde el punto de vista de la comunicación.
Cómo hemos cambiado... podría definir el panorama político actual. El tradicional escenario bipartidista que existía en España forma parte del pasado. Cierto es que siguen en primera línea pero no con tanta fuerza, por ello, desde el punto de vista comunicativo sus estrategias electorales se han visto obligadas a caminar paralelamente a las necesidades de la ciudadanía.
Pedir el voto nunca fue tan difícil. Los últimos acontecimientos y circunstancias sociales y económicas durante estos años han hecho mella en la forma de pensar y de vivir de los españoles. Como consecuencia, los partidos tienen que remodelarse, renovar sus ideas y estudiar a su público objetivo,ya que éste no es el mismo.
El Partido Popular ha querido dar un giro a su estrategia de comunicación. Su objetivo es el de transmitir que les vota gente de diferentes sectores. Romper con la tradicional idea de que los “votantes peperos” son los pijos, los ricos los conservadores, los católicos o los taurinos. Hoy la gente que vota al PP son colectivos de la sociedad muy distintos entre sí. Sus estrategias han estado centradas en difundir este mensaje y en ganar el voto de los más jóvenes.
El futuro es el empleo y sin él, no hay futuro. Por ello, el PP centra sus mensajes en comunicar resultados de su trayectora presidencial, cifras económicos de su gestión y nuevas propuestas. Su experiencia en el gobierno es un punto a su favor, ya que es el único que puede argumentar con solidez los datos que aportan en debates y programas.
Tradicionalmente, el Partido Popular era reconocido como el partido de los ricos, más serio, menos preocuapdo por la sociedad y con intereses económicos más que sociales. Sin embargo, hoy están más cerca del ciudaano con mensajes más informales, con la aparición del candidato en programas no políticos y en un ambiente más relajado, donde conozcamos más al personaje que al cargo.
Rajoy se ha limitado a responder las alusiones a él en torno a temas de recortes en sanidad, educación y asuntos de corrupción. Pero se ha notado con diferencia que su estrategia no es la de atacar al adversario sino la de defender qué es lo que ellos han hecho bien y qué van a mejorar. Ahora les falta saber comunicar , demostrar y reconocer qué es lo que han hecho mal.
Desde el punto de vista del diseño gráfico y la marca corporativa “PP”,el año pasado el Partido Popular presentó el nuevo diseño de su marca con la intención de renovar su imagen sin perder sus valores. Para ello mantuvieron, su icono reconocido, un charrán, y la doble “P”. El problema es que se olvidaron del resto de elementos.
Logotipo mal construido sin identidad propia.
El año pasado el Partido Popular presentó el nuevo diseño de su marca con la intención de renovar su imagen sin perder sus valores. Para ello mantuvieron, su icono reconocido, un charrán, y la doble “P”. El problema es que se olvidaron del resto de elementos.
La marca utiliza únicamente un círculo, una tipografía y un color; sin contrastes ni elementos que hagan recordarla. El símbolo del círculo siempre ha representado la unidad y la perfección pero, al superponerse sobre la gaviota rompe su forma convirtiéndose en algo irregular que no se sabe muy bien qué es. La idea del pájaro, símbolo de la libertad, se pierde al ser un ave encerrada en un círculo, en una jaula.
Pero lo peor del logotipo es que no tiene identidad propia, un partido se debe diferenciar del resto y el Partido Popular utilizó la misma tipografía (Gotham, de Hoefler & Co.) y el elemento círculo, ambos recursos utilizados en el partido de PODEMOS.
Han jugado un papel determinante en canales de televisión y redes sociales. Han querido explotar la imagen fresca y joven del candidatos. Pedro Sánchez es la nueva cara del PSOE. La verdadera cara de izquierdas que borre de la mente de los españoles la gestión de Zapatero. Una cara que viene a por un cambio, aquel que buscaban los españoles en el año 1982 cuando Felipe Gonzalez ganó las elecciones con gran victoria.
Sin embargo, es el partido con diferencia que más escalones ha bajado en la esfera política. La izquierda está dividida y repartida en diferentes partidos que han nacido por separado, que junto a los casos de corrupción, la imagen del partido se ha visto afectada.
En sus últimas apariciones, el Partido Socialista ha salido al escenario político con una actitud desafiante frente al adversario político: el Partido Popular. Le achaca los casos de corrupción, los recortes sanitarios y en educación y la precaria situación laboral, tres grandes temas sobre los que está girando toda la campaña socialista. El fallo es que están afirmando lo que todos ya sabemos pero no se están preocupando en decir qué van a hacer y lo más importante: Cómo.
¿Puño o rosa? O...¿ambas?
El puño y la rosa han tenido sus idas y venidas en la identidad del Partido Socialista a lo largo de los años. El imagotipo apareció por primera vez en 1977 y según explica Alfonso Guerra en su libro “Diccionario de la izquierda”, representa la unión de la fuerza del puño -del trabajo, de los trabajadores- con la sensibilidad de la rosa -la cultura, el pensamiento, la belleza”.
Es un imagotipo muy potente que merece la pena explotar, sin embargo no sabemos por qué, con Rubalcaba en el 2011 desapareció, después en 2013 rompieron con toda su imagen anterior presentando un logo manual con una rosa pero sin el puño que nada tenía que ver con sus valores.
Tanto cambio transmite una imagen de desorden e incoherencia con sus propios valores. Ahora han vuelto a su imagen inicial más renovada, esperamos sea el definitivo.
De ser un partido regional y a participar en las elecciones locales y autónomicas en Cataluña, Ciudadanos ha dado un salto vertiginoso siendo la cuarta potencia en la línea nacional. El partido de Albert Rivera se promocionan como el cambio, como la alternativa al caducado ya bipartidismo. Una estrategia muy cuidada y medida que busca situarse en el centro. Sin duda Ciudadanos es Albert Rivera, un candidato con buena presencia en medios, correcto y que no ataca a sus adversarios de forma abusiva sino siemrpe bien medida y con argumentos sólidos.
Busca transmitir la imagen de ser un partido dialogante que mantiene la escucha activa de todas las propuestas, salvo con Podemos, del que se aleja políticamente por sus ideales más radicales. Con palabras muy cuidadas y estudiadas para no equivocarse, Ciudadanos anda con pies de plomo en una carrera que solo ha hecho más que empezar. Fue el primero que explicó en un medio de comunicación sus propuestas en una pizarra y lo hizo de forma informal de manera que todos entendieramos qué proponían.
Logotipo sencillo y políticamente correcto.
Rafael Celda, diseñador del logotipo de Ciudadanos decía en una entrevista que “en la identidad de partidos políticos se puede innovar si el partido es innovador”. En el caso del logo de Ciudadanos el logotipo es sencillo y correcto, tipografía de palo seco firme y con fuerza.El logotipo se complementa con el imagotipo de un bocadillo que da la palabra a la ciudadanía donde se inscriben las siglas del partido C's, conservando el origen catalán de la formación. Lo dicho, una marca sencilla y correcta pero, ¿será suficiente para ser recordada?
Una España asfixiante y dos partidos caducados de política fueron suficientes para desatar la aparición de otro opositor: PODEMOS. Partido que nace en la calle una mañana del 15 de mayo y que un año después está dentro de las esferas de poder. Primero fue en Europa y más tarde como cuarta fuerza de la oposición. A pesar de no llegar a acuerdos, su papel en estas elecciones es crucial para que el PSOE consiga la Moncloa.
Carecen de experiencia en el marco político, pero su baza es el lenguaje y el marketing electoral. Su fuerte es la movilización de masas que fomentan a través de su mensaje de empatía, conexión, informal, muy influenciado por el estilo de calle, de manifestación. Es un lenguaje reivindicativo y libre de tecnicismos dirigido al pueblo.
Su estrategia electoral se ha ido gestando a lo largo de los meses, incluso antes de ser partido. Hablamos de Pablo Iglesias, su presencia en medios y el de otras caras conocidas en debates, tertulias y programas de televisión. Casi sin darnos cuenta, Pablo Iglesias ya formaba parte de un grupo denominado”Podemos” donde él era el portavoz principal. Aunque con un semblante tranquilo y pausado, su puesta en escena ha sido muy debatida y criticada ya que se le tacha de ser irónico, demagogo, y utópico en sus propuestas con un mensaje vacío de contenido.
Fuera de lo que estamos acostumbrados a ver, Pablo Iglesias rompe con los cánones de protocolo establecidos en cuanto a vestimenta.
Un logo de tópicos.
Es el partido que más ha cambiado su imagen corporativa. Su alianza con Izquierda Unida ha dado fruto a un nuevo logotipo. Si un partido pretende ser rompedor, también debe serlo en comunicación. No puede tirar de estereotipos tradicionales que no molesten a nadie y gusten a todo el mundo.
El nuevo logo de UNIDOS PODEMOS destaca con la utilización de un corazón, símbolo internacional del amor y la unión. Su efecto degradado recurre a la inclusión de todos los colores simbolizando la diversidad de los partidos que forman la coalición.
Sin embargo, si observamos este logotipo fuera de su contexto podría representar perfectamente a una asociación LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero ) o a una camapaña de salud “ Cuida tu corazón, no comas colesterol”. Es importante evitar estos esterotipos que llevan a confusión y a paralelismos con otras marcas.
